Este artículo apareció originalmente en Vuelo Raso N 5 y se reimprime con permiso. La traducción al inglés apareció en la edición de septiembre/octubre 2023 de Freelance Traveller. Read this article in English. The English translation appeared in the September/October 2023 issue of Freelance Traveller
Esta localización está pensada para ser incluida en un planeta con el mismo nombre, aunque es factible ponerla en cualquier otro que cumpla unas condiciones ambientales similares a las de un «Mundo Jardín». Por el momento se realizará la descripción únicamente eel complejo que conforma la casa y, más adelante, se definirá el planeta.
Historia de la casa
La Casa Melnone adquiere su nombre de la familia fundadora, que a día de hoy todavía la gestiona. Han pasado varios siglos desde su fundación y se ha convertido en un negocio legal y próspero dedicado a la subasta de todo tipo de elementos en sus instalaciones: desde los objetos más valiosos y extraños como los restos de la nave Tissona, hasta las afamadas huevas del krunak emperador. Gracias a estar fuera de las fronteras del imperio, se les considera un cliente-estado que con el paso de los siglos se han forjado una importante reputación debido a sus insidiosos escrutinios sobre la autenticidad de los elementos a subastar.
La historia del lugar está fuertemente ligada a la historia de la familia y se remonta varias generaciones en el pasado. Un accidente hizo que unos de los predecesores de la familia se estrellaran aquí y gracias a las habilidades de la tripulación consiguieron sobrevivir. Con el paso del tiempo se asentaron y consiguieron desarrollarse hasta fundar finalmente la casa de subastas. Pese a que se podría catalogar el lugar con un NT de 5, se pueden encontrar objetos puntuales con niveles muy elevados. Eso es debido a que el pago de las subastas no siempre es por valor monetario: es posible pagar mediante trueque u objetos valiosos siempre que el valor sea el acorde, de ahí que disponga de armas o material fuera de su rango.
En la actualidad la familia está formada por el matrimonio de Brulex y Noareida, los cuales tienen tres hijos que llamados Elysa, Crevorn y Satmace. La cara pública es Elysa Melnone, la mayor de los tres hermanos. Mientras que sus padres se encargan de la gestión de los almacenes y las compras a proveedores, ella es la cara visible del negocio. Sus hermanos pequeños se encargan de diversas tareas en la empresa. El mediano, Crevorn, se encarga de gestionar la seguridad y el ejército de la casa; el pequeño Satmace ayuda a sus padres con compras, validaciones y gestión de los almacenes.
Las características propias de Elysa son las de ser una mujer inteligente, que sabe defenderse a sí misma y que, generalmente, camina acompañada de un simple asesor llamado Yarko. Este le hace las veces de mensajero y transporta el revólver personalizado de Elysa, para entregárselo rápidamente en caso de entrar en conflicto, ya que los vestidos ceñidos que suele llevar, no son muy cómodos de cara a transportar armas.
Viste con un vestido ceñido oscuro y para otorgarle algo de protección se trata de un vestido diplo. Siempre suele ir ligeramente maquillada para poder resaltar su belleza natural y con alguna joya como complemento. Una extraña fijación por los objetos antiguos le ha hecho estar atenta a toda la información al respecto hasta convertirlo casi en una obsesión por encontrar artefactos legendarios. Cualquiera que le saque el tema, o ella crea que tiene información, será tratado algo mejor.
El lugar
La casa ocupa una finca de una vasta extensión formada por tres zonas bien delimitadas: el edificio principal, donde se realizan las subastas y se exponen los objetos; veinte pequeñas mansiones para los pujadores y una zona de almacenes en la que también se encuentran los barracones del servicio.
El edificio principal, toda una mansión, tiene una exposición en la entrada a modo de museo. Algunas de estas piezas son para próximas subastas y otras son una mera exhibición. Una vez cruzada esta primera estancia, se encuentra el gran salón. Aquí hay dispuestas veinte grandes mesas delante de un escenario donde se presentan los objetos a subastar mientras los asistentes disfrutan de la hospitalidad de la casa. El edificio principal cuenta con guardias en cada momento, así como camareros para cubrir ampliamente las necesidades de los invitados. Desde el exterior se pueden observar cómo hay guardias apostados en el tejado, así como un gran estanque frente a la entrada, bordeado de un precioso jardín que separa la masa de agua de los caminos.
Las veinte mansiones son todas exactamente iguales, sólo varía la disposición en cuanto a la casa principal. Cada una cuenta con dos guardias en la entrada, así como un equipo de cinco auxiliares y sirvientes para hacer la estancia más placentera. Cada mansión está rodeada de un pequeño bosque que ayuda a mantener la intimidad de los huéspedes. Además, todas ellas tienen acceso al mar, ya sea por playa o mediante un muelle. Cada estructura dispone de cuatro habitaciones, una cocina, dos baños y dos salones multiusos para realizar cualquier actividad deseada. Cada mansión tiene un coste de 150.000 Cr por persona y periodo de subastas (más adelante se amplía la información al respecto).
La zona destinada a los almacenes es la menos pomposa. Se divide en un total de cinco edificios de los cuales tres son almacenes, otro son barracones de la guardia, (incluye comedor y gimnasio) y el quinto son las instalaciones para el personal del servicio (incluye aposentos, comedor, esparcimiento…). Lo más destacable de esta zona son los tres almacenes que le dan nombre y que se dividen según sus funciones. El almacén más cercano al edificio principal tiene los elementos que van a salir en la subasta actual. Está conectado mediante un gran túnel a la parte trasera de la mansión. El segundo almacén es el más grande. Aquí se pueden encontrar tanto los tesoros de la familia como los pagos de las subastas, además de los elementos que se encuentran a la espera de ser subastados. El último almacén es el más pequeño, aquí únicamente se encuentran los elementos de poco valor, así como el material que está pendiente de verificación. Si un agente está buscando algún objeto, tendrá plena libertad de acceso a él mediante una petición a la familia. Los tres almacenes son en sí cajas fuertes con grandes medidas de seguridad tanto manuales como automáticas y están dotados de los últimos avances tecnológicos, que se ha de considerar un NT efectivo de 12.
Funcionamiento y normas
La casa de subastas tiene unas normas muy estrictas en cuanto a protocolos. Esto les ha facilitado elaborarse una buena reputación entre todos los aficionados a las subastas de los subsectores cercanos. Lo más importante es la seguridad, la autenticidad y las normas de hospitalidad.
Tal y como se ha especificado anteriormente, cada mansión está custodiada por dos guardias. Estos, aunque están vestidos con trajes para no incomodar a los invitados, van armados con porras aturdidoras y pistolas láser (su versión NT 11 más discretas). Su labor es tanto proteger a los huéspedes como asegurarse de que no creen ningún problema. Si las personas a su cargo están en el edificio principal, ellos los acompañarán como si fueran su escolta, no así en caso de que se quiera pasear por el bosque o bañarse en el mar. Las armas, por parte de los huéspedes, están prohibidas fuera de las mansiones asignadas.
En el edificio principal se puede apreciar un pequeño equipo de combate que hace guardia desde el tejado. Están armados con rifles de francotirador para vigilar los alrededores de la mansión y de tres cañones Gauss para vigilar el cielo, por si alguien pretendiera asaltar desde el aire. Esos cañones también pueden proteger la mansión de ataques de vehículos. En el interior del edificio se encuentran guardias patrullando armados con rifles de asalto y nunca se cruzarán con los invitados. Aquí los guardias ya lucen como soldados y están equipados con chalecos antibalas y armamento de categoría 3 (Catálogo central de suministros pág. 6). En este punto es más importante la seguridad que la elegancia.
Nota del autor. Aquí seguridad está considerada como un ejército paramilitar y la legislación del lugar así lo permite.
Por descontado, la zona de los almacenes también está dotada de patrullas de cinco soldados, dos a la vez, cada una de las cuales va paseando por los alrededores. Además, cada una de las entradas a los almacenes está custodiada por dos guardias equipados con armas aturdidoras. El resto de seguridad del complejo la componen los sistemas automatizados de video vigilancia y sistemas eléctricos. No hay más personal activo ya que desde la sala de control, donde normalmente hay cuatro guardias controlando monitores automatizados y la seguridad, se podrían movilizar a los soldados de los barracones o al personal necesario. La seguridad electrónica de todo tiene un nivel tecnológico superior al resto, llegando en algunos sistemas a NT 13.
En cuanto al funcionamiento de las ventas, todo es bastante estricto. Dos veces al año se realizan las subastas de todos los elementos que se consideran interesantes o que alguien ha intentado comprar haciendo una oferta. No se vende nada fuera de las pujas: está comprobado que es la mejor manera de sacarle un valor elevado a cualquier producto. El periodo que comprende la estancia para las subastas es de 15 días durante los cuales nadie se puede marchar antes ni llegar más tarde. Las subastas se realizan en tres bloques. El primer bloque de subastas se realiza al tercer día, el siguiente al 8º día y el último el día 12. El periodo entre bloques se utiliza para validar los pagos y solucionar posibles imprevistos de solvencia.
El acceso a las mansiones se hace mediante vehículos y los pasajeros son trasladados directamente a la mansión que les haya sido asignada. Durante el resto del año, el complejo funciona a modo de resort vacacional. No todo el mundo se lo puede permitir y se tiene acceso por primera vez mediante recomendación. En esos casos se asigna una mansión y no se puede salir de su zona ni pasearse por los jardines de la casa principal. El coste de la estancia (15.000 Cr) incluye todos los servicios y comodidades, pero no incluye guardias asignados (pero sí que estarán vigilados discretamente). Todos los clientes tendrán máxima discreción y no se revelará información a nadie, incluso si las autoridades intervienen.
Quienes también tienen acceso fuera de la temporada de subasta son los proveedores. Cualquiera puede solicitar una cita y llevar sus productos para que sean tasados. El proveedor tendrá que entregar su mercancía, abandonar el recinto y esperar un periodo estimado de, al menos, siete días. Durante dicho periodo se hacen comprobaciones de que el material es legítimo y se establece su valor. La casa de subastas siempre paga el 70% del valor de los objetos. Negociar con ellos para que se pague más solo subirá ese porcentaje hasta el 80% o como mucho al 90%, según lo bien que vaya la negociación. En caso de que el objeto no sea legítimo se dará aviso a las autoridades imperiales sobre los proveedores. Se retendrá el objeto para buscar a los legítimos propietarios e informarles de la situación del elemento. Por último, los proveedores serán expulsados del lugar, quedando vetados a futuras transacciones con la casa de subastas. En caso de intentar futuras negociaciones habido siendo vetados, el castigo será la pena de muerte.
Para el árbitro:
Listado de semillas de aventura
- Los viajeros han encontrado un objeto extraordinario en uno de sus viajes y quieren venderlo en estas famosas subastas.
- A los viajeros les encomiendan la tarea de conseguir acceder a la subasta para obtener información de algún pujador o para hacerse con alguno de los objetos de las subastas.
- Les proponen conseguir ,de una manera poco ortodoxa, alguno de los objetos que se van a subastar.
- La propia Elysa Melnone los contrata para encontrar y recuperar un objeto concreto.
- Les encargan atentar contra la vida o secuestrar a alguno de los participantes de la subasta, puede que incluso a algún miembro de la familia Melnone.
En todas estas misiones se tiene en cuenta de que no serán tareas sencillas, por lo que el pago debería ser proporcional al riesgo.